Japón ha reafirmado su estatus como una de las potencias asiáticas en la fase de clasificación rumbo al Mundial 2026, mostrando un desempeño sólido y equilibrado. Con siete victorias en diez partidos y una sola derrota, lidera con autoridad su grupo en la tercera fase, reflejando un trabajo táctico disciplinado y una identidad de juego bien definida. Su ofensiva ha sido una de las más efectivas del torneo, acumulando 30 goles, mientras que en defensa solo ha recibido tres, lo que evidencia su notable solidez y organización. Este dominio en ambas áreas consolida a Japón como un equipo completo, capaz de imponer su ritmo, mantener la posesión y resolver los encuentros con contundencia frente a cualquier rival del continente.
Brasil no ha tenido una fase de clasificación tan dominante como en procesos anteriores, cerrando en la quinta posición del grupo y quedando a una distancia considerable de diez puntos respecto al líder, Argentina. Este rendimiento irregular marcó un periodo de transición en la selección, que recientemente experimentó un cambio en la dirección técnica. Tras la etapa de Dorival Junior, el prestigioso Carlo Ancelotti asumió el mando del equipo, aportando su experiencia y equilibrio táctico. En sus primeros cinco compromisos al frente de la “Canarinha”, el técnico italiano logró tres victorias, buscando devolverle a Brasil la solidez y el estilo ofensivo que históricamente la han caracterizado. Con una plantilla llena de talento, el reto de Ancelotti será recuperar la identidad y la consistencia que siempre distinguieron al pentacampeón del mundo.
