Portugal ha confirmado su condición de potencia europea en esta fase de clasificación, mostrando un rendimiento sólido acorde con la calidad de su plantilla. Con dos victorias en igual número de presentaciones, el conjunto luso lidera su grupo con autoridad, combinando un ataque letal y una propuesta de juego dominante. Hasta el momento, ha marcado ocho goles, reflejando su enorme capacidad ofensiva, aunque su defensa ha dejado algunas dudas al recibir dos tantos en un solo encuentro, lo que sugiere ciertos desajustes puntuales. Aun así, el equilibrio entre experiencia, talento y efectividad mantiene a Portugal como uno de los favoritos para asegurar su pase directo al Mundial y consolidar su estatus entre las selecciones más competitivas del continente.
Irlanda comenzó la fase de clasificación con expectativas elevadas y una plantilla capaz de competir por un cupo mundialista, pero su desempeño inicial ha estado muy por debajo de lo esperado. Con solo un punto obtenido de los primeros seis en disputa, el equipo ha visto disminuir sus opciones de clasificación, generando preocupación entre sus seguidores. La falta de eficacia ofensiva y algunos errores defensivos han sido factores determinantes en este arranque irregular, lo que obliga al conjunto irlandés a reaccionar con urgencia si desea mantenerse con vida en la contienda y recuperar el terreno perdido en las próximas jornadas.