El Union Saint-Gilloise atraviesa un inicio de temporada soñado tanto en Europa como en el torneo local. En la Champions League sorprendió con un triunfo 3-1 en su visita al PSV Eindhoven, un resultado que no solo le otorgó tres puntos valiosos, sino que también lo posicionó como un rival capaz de competir de tú a tú en el más alto nivel continental. Este éxito europeo se complementa con su gran presente en la liga belga, donde recientemente venció 2-0 al KVC Westerlo, consolidando una racha de cinco victorias consecutivas en todas las competiciones. Bajo la conducción de Sébastien Pocognoli, el equipo ha mostrado solidez táctica, confianza en su juego y una capacidad de respuesta que lo proyectan como un conjunto en plena ascensión, dispuesto a mantener su protagonismo y a desafiar a rivales de mayor jerarquía en el panorama futbolístico.
Los “Magpies” afrontan este compromiso con la urgencia de recuperarse tras la caída en su debut europeo frente al Barcelona por 2-1, un tropiezo que los dejó en una posición incómoda dentro de su grupo y que amenaza con complicar sus aspiraciones de avanzar en la competición. Con Eddie Howe al mando, el equipo inglés ha mostrado altibajos en su rendimiento, acumulando en sus últimos cinco encuentros un balance de dos victorias, un empate y dos derrotas, una muestra de la irregularidad que lo acompaña en este tramo de la temporada. La reciente derrota por 2-1 ante el Arsenal en la Premier League expuso nuevamente las dificultades para sostener la intensidad durante los noventa minutos, por lo que este duelo representa una oportunidad crucial no solo para enderezar el rumbo en Europa, sino también para recuperar confianza y demostrar que pueden competir con firmeza en ambos frentes.
