España atraviesa uno de sus mejores momentos recientes, consolidándose como una selección dominante y equilibrada. La Roja viene de imponerse 2-0 ante Georgia en Elche, con goles de Yéremy Pino y Mikel Oyarzabal, extendiendo su racha a tres victorias consecutivas en las eliminatorias. Bajo la dirección de Luis de la Fuente, el equipo mantiene un invicto en competiciones oficiales y ha conquistado tanto la Eurocopa como la Liga de Naciones, reafirmando su supremacía en el continente. Su estilo combina una defensa sólida y bien organizada con una ofensiva versátil y creativa, capaz de adaptarse a distintos escenarios de juego. España demuestra madurez, cohesión y un nivel de juego que la coloca nuevamente entre las grandes potencias del fútbol mundial.
Bulgaria atraviesa una profunda crisis futbolística, agravada por la dura goleada 1-6 sufrida en casa ante Turquía, un resultado que reflejó las carencias colectivas y el bajo momento anímico del equipo. Los búlgaros han perdido cuatro de sus últimos cinco partidos de eliminatorias y acumulan tres encuentros consecutivos sin anotar, una racha que evidencia su falta de eficacia ofensiva y de solidez en defensa. Sin clasificaciones a grandes torneos desde la Eurocopa 2004 y con su última participación mundialista en Francia 1998, la selección se encuentra en uno de los periodos más difíciles de su historia reciente, necesitada de una renovación profunda que devuelva la competitividad y el orgullo al fútbol búlgaro.